Amanecer con la voz apagada, vacía
por una eterna despedida
por un castigo imperecedero
por el casi preámbulo de un utópico sueño.
Amanecer tu origen fue mi aurora
y el holocausto de mi fugaz vida.
Una anécdota en la historia,
una alegría en el transcurso mágico del tiempo.
Amanecer y estabas metafóricamente
con tu cálido encanto,
con tu voz melodiosa
y con el sobresalto
de la marea enfurecida;
que buscaba las rocas
para golpear su pena
estallando en las olas definitivamente.
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