Cúspide de hielo
caravanas de tristeza
náufrago de la esencia
de aquel tiempo dormido.
El amanecer disperso
repliega un ápice
de oscuridad que lo agota.
Yo contemplo el vacío
y espero en un andén cualquiera.
Vestigios quedan de un candil de otoño
en cada corazón deshabitado.
Tiempo
atardeceres blancos
estación invernal
tardes de hogar y leña
de manantial de amor
y previas primaveras.
Yo sueño insomne, la realidad se asoma
y mira de reojo
se burla y me desarma el sueño.
Tiempo, límite, hastío
y el mañana escondido
en una manga.
Un rayo de sol elocuente,
infiltrado reposa en mi mejilla.
Preámbulo de primaveras existenciales
espacio sin límite
tiempo y hastío.
Verano prófugo y yo ... distante.
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