domingo, 22 de marzo de 2009

Tiempo

Cúspide de hielo
caravanas de tristeza
náufrago de la esencia
de aquel tiempo dormido.

El amanecer disperso
repliega un ápice
de oscuridad que lo agota.
Yo contemplo el vacío
y espero en un andén cualquiera.

Vestigios quedan de un candil de otoño
en cada corazón deshabitado.

Tiempo
atardeceres blancos
estación invernal
tardes de hogar y leña
de manantial de amor
y previas primaveras.

Yo sueño insomne, la realidad se asoma
y mira de reojo
se burla y me desarma el sueño.

Tiempo, límite, hastío
y el mañana escondido
en una manga.

Un rayo de sol elocuente,
infiltrado reposa en mi mejilla.
Preámbulo de primaveras existenciales
espacio sin límite
tiempo y hastío.
Verano prófugo y yo ... distante.

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