viernes, 20 de marzo de 2009

De mis días grises

Los matices de otoño se acentúan
desprendiendo hojas muertas.
Los días se tornan grises,
la lluvia acaricia tu piel y
tus pasos lentos van sepultando huellas.
La soledad de tu sombra
se guarece en un rincón cualquiera.
El olor de la tierra
atraviesa tus sentidos.
Recuerdos de tu infancia
la palidez de su cuerpo inerte
y tus horas de insomnio.
La otoñal depresión de tu sonrisa
convertida en una mueca de dolor.
Tus ojos vacíos, sin brillo.
Llueven nostalgias,
forman océanos álgidos
gaviotas peregrinas
buscando abrigo.
Sonrisas muertas,
pensamientos ambiguos
antagonismo de lo bueno y malo
sentimientos dispersos.
Todo ya quedó atrás
furtiva muerte.

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