Recuerdo tu mirada ambigua,
trato de hurgar en mi ser vacío.
Camino sin prisa;
recopilo sueños,
desempolvo penas,
esquivo verdades.
Busco acaso paz,
en mi melancolía,
en tu distante ausencia.
Recuerdo, digo
la cálida caricia de tu abrazo,
la esencia sutil de tus palabras.
Y te sigo los pasos
no quiero detenerme,
tempo perderte.
Mas la magia sombría
del desamor de tu alma
se interpone en mi vida.
cerrándome el camino,
deteniendo tus huellas en un acantilado.
Y se apaga el encanto;
me detengo a contemplar tu última silueta
y te envío mi última sonrisa.
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